jueves, 2 de diciembre de 2010
Museo Egipcio de Turín, el segundo más importante del mundo
"La carretera para Menfis y Tebas pasa por Turín" escribía Jean-Francois Champollion, egiptólogo francés de renombre internacional que fue el primer europeo en descifrar el lenguaje de los jeroglíficos.
Una afirmación que se remonta a 1825 cuando el padre de la egiptología llegó a Turín para estudiar el fondo del Museo Egipcio, en particular los fragmentos del Papiro de Turín que contiene la lista de los nombres de los faraones redactada durante XVII dinastía.
El museo, que guarda la más importante colección del mundo después de la de El Cairo, fue fundado por Carlo Felice en 1824 con la adquisición del fondo del cónsul arqueólogo Bernardino Drovetti cuyo símbolo es la estatua del faraón Ramés II.
La colección se amplió a lo largo de los años con los restos de nuevas excavaciones y con la adquisición del fondo de Ernesto Schiaparelli. Hoy el museo consta de unas 30.000 piezas -de las que sólo se expone una parte- que documentan la historia y la civilización egipcias del Paleolítico a la época copta, y guarda piezas únicas y colecciones de objetos de arte, de uso diario y funerario como la Mesa Isiaca, la tela pintada de Gebelein, la tumba intacta de Kha y Merit o el excepcional templo rupestre de Ellesjia.
Con ocasión de los Juegos Olímpicos de Invierno de 2006, se ha realizado una instalación muy sugestiva de la sala de las estatuas, tenuemente iluminada y con juegos de espejos, por parte del escenógrafo Dante Ferretti.
Objetos de la tumba de Kha y Merit. XVIII dinastía. Deir el Medina. Excavaciones Schiaparelli. Túnicas y ropa blanca, caja de cosméticos, Momia de Merit con máscara funeraria dorada.
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